Por la mañana, visitamos
la iglesia de San Clemente de Taüll donde nos contaron su historia,
apoyándose en una chulísima proyección 3D, y además, pudimos subir al
campanario. Después de comer, seguimos disfrutando en las pistas de
esquí con los monitores. Repuestos con una dulce merienda, nos
"soltamos" patinando en una... ¡pista de hielo! Y, tras la cena, fiesta
del pijama, con modelos muy originales y bailando nuestras canciones
favoritas. Ojalá todos los miércoles fueran :-)
P.D.: Papis, en el álbum de fotos, además de otras fotos, podéis comprobar que comemos muy bien. Besos.