Queridas seños de educación infantil:
Esta carta no va dirigida a ninguna de vosotras en particular, pero sí a todas general. No quiero olvidarme de ningún nombre, Susi M, M.José, Noelia, Ana, Pili E., M.Carmen, Elena, Andrea, Sonia, Pili S, Susana, Lourdes , la “teacher” Cristina y la seño olímpica Susi . A todas gracias, muchas gracias, por vuestro trabajo y por vuestra labor.
¿Por qué estas letras, por qué esta carta? Porque vuestra dedicación, vuestro cariño, vuestra paciencia y vuestra alegría contagiosa lo merecen. Hacen que los niños cada día vengan más contentos al cole, gracias pues, por las sonrisas de cada mañana, por la paciencia de cada día, por los besos de cada despedida y también por regañarles cuando algo no está bien porque de eso, también se aprende.
Cuantas lágrimas habréis limpiado, cuantas caricias habréis dado, cuantos besos habréis repartido, cuantas heriditas habréis sanado con ese abrazo siempre a tiempo. Siempre pendientes, siempre mirando por todos vuestros niños. Nunca una mala cara, nunca un mal gesto y eso que a veces, nosotros, los padres, no os lo ponemos nada fácil, creemos que lo sabemos todo, creemos que no entendéis a nuestros hijos, creemos que os estáis equivocando y a veces os echamos cosas en cara y no, no llevamos la razón siempre.
Esta carta no va dirigida a ninguna de vosotras en particular, pero sí a todas general. No quiero olvidarme de ningún nombre, Susi M, M.José, Noelia, Ana, Pili E., M.Carmen, Elena, Andrea, Sonia, Pili S, Susana, Lourdes , la “teacher” Cristina y la seño olímpica Susi . A todas gracias, muchas gracias, por vuestro trabajo y por vuestra labor.
¿Por qué estas letras, por qué esta carta? Porque vuestra dedicación, vuestro cariño, vuestra paciencia y vuestra alegría contagiosa lo merecen. Hacen que los niños cada día vengan más contentos al cole, gracias pues, por las sonrisas de cada mañana, por la paciencia de cada día, por los besos de cada despedida y también por regañarles cuando algo no está bien porque de eso, también se aprende.
Cuantas lágrimas habréis limpiado, cuantas caricias habréis dado, cuantos besos habréis repartido, cuantas heriditas habréis sanado con ese abrazo siempre a tiempo. Siempre pendientes, siempre mirando por todos vuestros niños. Nunca una mala cara, nunca un mal gesto y eso que a veces, nosotros, los padres, no os lo ponemos nada fácil, creemos que lo sabemos todo, creemos que no entendéis a nuestros hijos, creemos que os estáis equivocando y a veces os echamos cosas en cara y no, no llevamos la razón siempre.
Fijaros que hasta ahora no he hablado nada de todo lo que estos pequeños que hoy se gradúan han aprendido, ahora ya saben escribir sus primeras palabras, leen con mayor o menor soltura, dibujan, hacen sus pinitos con los números, pero no es eso ni con mucho lo más importante que les habéis enseñado, lo mejor, y con diferencia, es que habéis hecho de todos ellos buenas personitas. Gracias una vez más.
No sé qué será de todos estos niños y niñas en el futuro, unos serán abogados, habrá ingenieras, médicos, algún filósofo, informáticas, diseñadores, alguno o alguna se podrá dedicar a trabajos artesanos, ¿por qué no algún poeta?, incluso alguien a lo mejor se termina dedicando a la política, que no todo
lo podéis hacer bien. Seguramente otros tendrán profesiones que hoy ni siquiera nos imaginamos, porque todavía ni existen ni se han inventado, pero seguro que igual que yo, más de un padre y una madre habrán escuchado en alguna una ocasión que estos pequeños, que hoy dan un paso adelante en su educación, de mayores quieren ser profesores o profesoras, como su “seños”.
Ojalá sea así, porque esta es seguramente la profesión más importante y más bonita de todas, la de enseñar mientras se sigue aprendiendo día a día. Por eso vosotras, los profes y las seños, sois los más sabios, porque cada día que pasa aprendéis algo nuevo de quién más sabe, los niños, vuestros niños.
Sois una parte fundamental de su educación, habéis puesto las primeras piedras, los primeros cimientos de su formación. Gracias una vez más por todo ello.
He tenido muchos profesores a lo largo de mi vida, en parvulitos como se decía antes, en la EGB, en el instituto, en la universidad y ¿sabéis?, me acuerdo de muchos de ellos, a otros los he olvidado, pero guardo un recuerdo especial de los que fueron los primeros . Ahora que mi hijo ha terminado educación infantil guardaré un recuerdo muy, muy especial de sus seños. No me olvidaré nunca de sus seños de Infantil.
Habéis sido sus seños, pero también las mías. Son muchos los momentos vividos juntos, los momentos compartidos, no recuerdo ni uno solo malo y no porque los haya olvidado sino porque ni siquiera los ha habido. Termina un ciclo, sí, pero no os vamos a olvidar. De vez en cuando pasaremos por vuestra puerta a daros un beso, a saludar, a preguntar cómo os va… Gracias por todo lo que habéis hecho por mi hijo. Con su forma de ser, con su carácter, su genio…, pero en su nombre y en el mío os digo una vez más, muchas gracias.
Muchísimos besos para todos y todas y muchas, muchas gracias.