Hoy toca compartir con vosotros esta carta, de autora desconocida, que nos ha permitido "mirar con otros ojos", empatizar y comprender algunas de las cosas que suceden a nuestro alrededor.
Conviene que todos, dedicados a la enseñanza o no, nos pongamos estas gafas para ser más tolerantes y comprensivos. Os invitamos a usarlas.
Hoy me pondré de nuevo las gafas de maestra. Unas gafas que considero todo un privilegio en mi vida.
Con estas gafas soy capaz de ver mucho más allá.
Hoy me las pondré un año más aunque sé que tendré que ir limpiándolas a lo largo del curso para que el cansancio no me impida seguir viendo igual de bien.
La infancia es maravillosa. Así la veo yo con mis gafas de maestra. Si quieres, algún día te las presto.