Una animación sobre un abuelo y su nieto que construyen un mundo entre las nubes.
Sobre un suelo de madera el abuelo llena sus mejillas de aire, sopla y crea una nube. El nieto intenta imitarlo pero no le sale.
Esta animación nos muestra lo importante que es ser flexibles a la hora de enseñar. Lejos de las repeticiones y la rigidez, la creatividad puede ser un camino compartido.
El pequeño nos da una lección: hay tantas formas de crear como de interpretar el mundo.