Pintar es una de las actividades más divertidas para los más pequeños, basta con facilitarles el material necesario, hojas de papel o un cuaderno y lápices de colores o pinturas. Además de potenciar su creatividad y dar rienda suelta a su fantasía, les aporta otros beneficios en su desarrollo a distintos niveles:
- Ayuda a desarrollar su motricidad fina y a manipular objetos pequeños.
- Mejora la comprensión y la percepción de espacio y de su entorno y les sirve para descubrir distintas texturas y colores.
- Provoca una gran satisfacción, que contribuye a aumentar su autoestima. Y, además, se divierten con ello.
- Les proporciona el espacio para expresar sus sentimientos e inquietudes, como la inseguridad, la confianza o las preocupaciones.
- Fomenta su creatividad y sensibilidad.
- Les relaja y tranquiliza y favorece la capacidad de concentración.
- Aprenden a apreciar el esfuerzo y el trabajo.