Si se acude al Diccionario de la lengua española elaborado por la Real Academia Española (RAE), la palabra onomatopeya está definida de esta forma: “formación de una palabra por imitación del sonido de aquello que designa”. Además, se añade que “muchas palabras, como por ejemplo quiquiriquí, han sido formadas por onomatopeyas”.
Existen onomatopeyas que normalmente suele conocer la mayor parte de la población. Es el caso de los perros, de los que se sabe que ladran; de las ranas, cuyo croar se escucha en ríos y lagos; o de los caballos, que suelen relinchan después de una cansada carrera. Pero hay otros animales a cuyo sonido característico mucha gente no sabe cómo nombrar. ¿Qué hace el pato? ¿La perdiz? ¿Y el grillo?