martes, 14 de enero de 2020

Acuesta a tus hijos leyendo, no viendo la televisión

Una de las cosas más valiosas que puedes darle a tu hijo es educación, y ayudarle a convertirse en lector es una herramienta maravillosa que le educará sin darse cuenta.
 Leer es explorar, descubrir, meditar, sentir, expandir nuestra mente, viajar sin salir de casa, ponerse en la piel de personas que nunca seremos, aprender, comparar, pensar, madurar, abstraerse y escapar cuando lo necesitemos. Además es barato y se puede hacer en cualquier sitio. Nos vuelve sabios, reflexivos, inteligentes, seguros, curiosos y mejores personas. No se nos ocurre ninguna razón por la que leer sea negativo. Al contrario, es tan positivo para la formación de una persona que es tristísimo que no se le dé la suficiente importancia, y más con la saturación de “pantallas” que sufrimos.

Cómo se consigue inculcar la lectura en un niño?

Primero leyéndole desde muy pequeño. No se debe clasificar siempre la lectura por edades porque dependerá de la madurez y atención de nuestro hijo. Se puede comenzar con libros de plástico con imágenes muy sencillas y llamativas e ir avanzando según vaya creciendo.
 ¿El truco? Está en el título de este artículo: leerle antes de dormir. Y es tan fácil como crearle una rutina que además le relaje y le deje imaginando mientras concilia el sueño. Cuando es muy pequeño lo importante es que se familiarice con el objeto que es el libro, pase páginas, sepa que hay una historia dentro y lo maneje a su antojo. Los de plástico o tela para bebés están concebidos para ser juguetes resistentes al uso de un bebé, o sea que no te preocupe si lo muerde.
Ya un poquito más grande iremos leyéndole pequeños libritos de formas, colores, adjetivos, contrarios, con texturas, formas e ilustraciones llamativas. Se los irá aprendiendo de memoria y un día te corregirá cuando le cambies alguna palabra… aunque no sepa leer. Ahí te darás cuenta de lo atento que está cuando le lees antes de dormir.

Y llega ese momento en el que siente curiosidad por las palabras que ve pero no entiende, y eso le ayudará en el aprendizaje de la lectura. Ya con libros que cuentan pequeñas historias puedes enseñarle lo que significan las palabras que vais viendo.
Se empezará a aficionar a personajes. Por suerte hay miles de colecciones de libros con el mismo protagonista. Cuando le guste uno consíguele más aventuras de él, es bueno y sano que se identifique y lo conozca. Sentirá empatía al identificarse con un protagonista conocido y ese es el inicio de una vida de lectura. Ya no hay vuelta atrás.