Escribir mal es un problema que no sólo afecta a los niños y jóvenes,
también afecta a los adolescentes y adultos. Además, tiene muchas
consecuencias negativas que afectan tanto al plano personal, escolar y
profesional.
A continuación se indican algunas situaciones
prácticas:
* Baja la nota – los profesores no pueden calificar los
exámenes porque no entienden la letra de sus alumnos.
* Crea inseguridad ante exámenes importantes – selectividad…
* No se aprecia el nivel
creativo al redactar -baja el rendimiento escolar-
* Nos hace tener
complejo -no escribimos delante de gente-
* Puede afectar nuestro perfil
profesional -cada día se utiliza más el letra en selección de personal.
¿Por qué se escribe mal?
La respuesta es múltiple pero, básicamente, los factores pueden ser:
Por tener una deficiente psico-motricidad fina.
Por coger mal el bolígrafo, mala postura, mover mal el brazo, etc
Además, nuestra escritura revela nuestra personalidad, por lo tanto
refleja aspectos emocionales o mentales que inciden directamente sobre
nuestra letra: impaciencia, nerviosismo, mala organización, desorden, miedos, complejos, celos, hiperactividad...
¿Cómo empezar a corregir una mala grafía?
Coge correctamente el lápiz
Prueba esto: sostén el lápiz por el extremo superior, cerca de la goma, e
intenta escribir tu nombre. ¿Difícil, eh? Pero, si coges el lápiz de la
forma correcta, escribir te resultará mucho más fácil. La mejor forma
de coger un lápiz o un bolígrafo es dejándolo reposar cerca de la base
del dedo pulgar. Sostenlo en su sitio utilizando los dedos pulgar,
índice y medio.
Deja que los renglones te guíen
Los renglones te pueden
ayudar a hacer letras del tamaño y las proporciones adecuadas. Por
proporción, entendemos que una cosa es del tamaño adecuado en
comparación con otra. De modo que tu “a” minúscula debería ser la mitad
de tu “A” mayúscula.
Asegúrate de llenar completamente cada uno de los renglones. Las letras
mayúsculas deberían ocupar desde la parte inferior del renglón hasta la
parte superior.
Los renglones también ayudan a enderezar las letras, en
vez de inclinarlas demasiado hacia un lado o hacia el otro.
¡No corras!
Si tu letra es difícil de entender o borras demasiado, prueba ir un poco
más despacio.
A algunos niños, el hecho de ir más lentos les ayuda a
solucionar el problema. Cuando te aceleras, te cuesta mucho controlar
donde acabas y empiezas las letras, y cometes muchos más errores.
No aprietes tanto
Algunos niños aprietan mucho cuando escriben. Esto dificulta mucho hacer
las líneas suaves necesarias para escribir bien, sobre todo cuando se
escriben letras ligeramente orientadas hacia la derecha. Intenta tomarte
las cosas con más calma, no cojas el lápiz con tanta fuerza y trata de
que el lápiz deje una marca en el papel sin necesidad de atravesarlo.
¡Juega!
Los juegos pueden mejorar tu
letra. Multitud de juegos requieren escribir o hacer dibujos. O sea que
esos juegos te permitirán utilizar algunas habilidades necesarias para
controlar mejor el lápiz. En lo que se refiere al control fino del
movimiento de las manos, prueba juegos manuales de equilibrio (como el
de los palillos o hacer montajes alineando fichas de dominó).
Y, si quieres fortalecer los músculos
que utilizas para escribir, también lo puedes hacer practicando juegos
de mesa. ¿Cómo? Utiliza unas pinzas en vez de directamente los dedos
para coger tu pieza y moverla sobre la mesa o el tablero.
Si pruebas los anteriores consejos y, aún y todo, sigues sin observar
ninguna mejora en tu letra, siempre puedes pedir ayuda. Explica tus
problemas a tu profesor o a tus padres. Algunos niños necesitan sesiones
de terapia ocupacional para mejorar la letra. Pero muchos niños mejoran
trabajando la forma de escribir con la ayuda de un adulto.