Había una vez un rey que vivía en un palacio amarillo. Este rey tenía
una corona de oro y una hija que bostezaba a todas horas, tanto abría la
boca que ya se le habían colado un par de moscas, un colibrí despistado
y una mariposa violeta. El pequeño hijo del criado del palacio dará con
la solución. Excelente para trabajar la estructura del cuento, el
diseño de los personajes para armar historias, describir escenarios y
situaciones, promover el valor de la amistad y otras tantas
posibilidades. Una hermosa historia de Carmen Gil.