Se trata de un experimento en el que un joven de buen aspecto iba pidiendo comida
a otros comensales que se encontraban en restaurantes, con una
desafortunada respuesta por parte de todos.
Lo curioso de este experimento es lo que ocurre cuando
el mismo joven le pide comida a un mendigo. Este es uno de esos vídeos
que te toca la fibra sensible y te hace ver las cosas de otra manera y queremos compartirlo con vosotros.