El cero significa nada, ninguna cosa. Sin embargo, ocupa un papel primordial en las matemáticas.
Es cierto que un cero a la izquierda no vale, pero al añadir un cero a una cantidad, su valor aumenta como por encanto. No sé qué haríamos sin los ceros.
Seguramente tendríamos que usar otros signos o figuras especiales para representar las decenas, centenas, millares y millones.
Para los matemáticos y la gente en general, el cero es de gran ayuda. Algunos opinan que el cero no fue inventado hasta hace unos mil años; así es que no es tan viejo como se piensa.
Con certeza no se sabe quién lo inventó ni en qué lugar. Se cree que fue en el Oriente porque se usaba en la India y en Arabia más o menos desde el año 900 de nuestra era.
Más tarde pasó a Europa y se fue extendiendo por el mundo occidental; de tal modo que el cero es una parte primordial en la combinación de las matemáticas. Gracias a esta invención nos ahorramos tiempo y trabajo.