La semana pasada vimos que el primer paso para resolver un problema era fijarse bien en el dibujo que acompaña a ese problema.
Hoy os enseñamos el segundo paso: leer bien el enunciado del problema.
No podemos empezar a resolverlo sino estamos seguros de haberlo comprendido bien, de saber lo que te preguntan y de señalar la información que te dan para solucionarlo. Hay que tener en cuenta que a veces dan datos que no son necesarios para la solución.
Ahora vamos a ver si todo esto lo ponemos en práctica. ¡Adelante!