Llegan las vacaciones de Navidad y estamos todos
atareados, de aquí para allá con los preparativos para estas fiestas. Hay que
buscar en el trastero los adornos navideños y un árbol para poner a sus pies
todos los regalos. Entre tanto ajetreo vemos al vecino y le deseamos FELIZ
NAVIDAD.
Nos preguntamos a ver que le
puedo regalar a no sé quién o que habrá puesto en la carta a los reyes fulanito.
Que no se me olvide preguntar que le pide a Santa Claus mi compañera de trabajo
que tanto me ha ayudado y alguna vez me ha cambiado el turno.
Buscando regalos e investigando me encuentro por
casualidad a ese amigo que hace tiempo no he visto, ¡FELIZ NAVIDAD, Víctor!
Pero… STOP, ¡PARA! ¿Lo he preparado todo? ¿He
preparado mi corazón para lo más importante: EL NACIMIENTO DE JESÚS?
Este año la familia Consolación hemos parado y, mientras
preparamos el corazón realizando un bonito nacimiento para dar importancia a lo
verdaderamente importante, os deseamos unas MUY FELICES NAVIDADES.