La independencia del niño se debe trabajar desde una edad temprana. Para
ello, es necesario que los padres tomen una actitud menos protectora.
Esto no significa no atenderlos, tan sólo hay que intentar no estar
encima de nuestros hijos constantemente. Cuidar y observar desde la
distancia las determinadas etapas del crecimiento.
Aspectos como la lactancia son realmente importantes en la formación
del individuo. Aún así, es necesario no extender ni prolongar este
momento demasiado. Si bien es cierto que la leche materna es fundamental
para el desarrollo físico de un bebé, tampoco es bueno extender el
vínculo en el tiempo más de tres años.
Los padres deben intentar enseñar a sus hijos las consecuencias de
sus actos, tanto si son positivas como negativas. La responsabilidad es
un punto clave en la independencia del niño, por este motivo hay que
dejar que él mismo resuelva solo determinados conflictos. Equivocarse no
es malo, es natural y necesario. Sólo así lograrán aprender a poner a
prueba todos sus recursos.
También es importante inculcar valores como el esfuerzo. No debemos
colmar a nuestros hijos con todo aquello que nos pidan. Es
imprescindible que valoren que todas las cosas tienen su costo y que hay
que ganárselas antes de disfrutar de ellas.
Lo más importante de todo es intentar no vivir por nuestros hijos.
Todos hemos conseguido pasar a una edad adulta aprendiendo de la vida.
Por este motivo, intentar que nuestros hijos no pasen por momentos
difíciles no significará que los queramos más. Podremos aconsejar con
nuestra experiencia, pero al final, quienes deben aprender a enfrentarse
a estos momentos son ellos, no nosotros.
Ser independiente significa poder realizar actividades del día a día con
total naturalidad y sin esfuerzo. Por ello, es realmente importante que
los pequeños aprendan cosas tan sencillas como ordenar su habitación,
recoger su plato o cepillarse los dientes, entre muchas otras cosas.
Aunque muchas madres y padres terminan claudicando y haciéndolo ellos,
esto no les hará bien. Deben ser los niños los que se responsabilicen de
su propia vida, y pequeños actos como estos les ayudarán a comprender
que ante determinados asuntos deben actuar ellos solos.
¿Te has planteado alguna vez cual es la edad adecuada para empezar a enseñar a tus hijos a realizar las tareas domésticas?
Los niños necesitan estar a cargo de tareas pequeñas en la casa. Ayudar
en casa les enseña responsabilidad social y familiar. Además, les
proporciona una sensación de logro y de orgullo y les ayuda a adquirir
habilidades. Si tu niño contribuye con los quehaceres del hogar, se
sentirá importante y parte de un “equipo”. Asimismo, si ve que en su
familia todos ayudan y colaboran, sentirá que no es el centro del
universo.
Recuerda darle muchos elogios por lograr sus tareas y ten en mente que
todo lo que perseveres en enseñar a tu hijo respecto al cuidado del
hogar le servirá para toda la vida.