Si has ido alguna vez al psicólogo o
conoces un poco del tema sabrás que un test muy utilizado es el del dibujo de la casa, del árbol o de la figura humana.
Son tests proyectivos ya que a través del dibujo se puede ver la personalidad
del niño o del adulto, su estado de animo etc.
Se usa un dibujo porque es una forma de expresar, inconscientemente, rasgos intimos de la
personalidad del que lo dibuja. Estos dibujos muestran como pensamos o como nos
gustaría ser.
Con el dibujo de la persona realizamos una autoimagen muy
cercana a la conciencia, incluyendo los mecanismos de defensa que
utilizamos en la vida cotidiana. En el de la casa proyectamos nuestra
situación familiar y en el del árbol el concepto más profundo de nuestro
Yo.
¿Cómo podemos interpretar el dibujo de nuestro niño?
Aquí os dejamos unas claves para descubrir, o redescubrir, cómo siente a través del dibujo.
Primero tenemos que pedirle al niño que dibuje un árbol o una casa en un folio que le proporcionaremos. Dejaremos al niño que lo dibuje libremente sin sentirse analizado.
Una vez finalizado el dibujo, nos fijaremos en los siguientes aspectos:
Colocación del dibujo en el folio:
Si coloca el dibujo en la parte superior o parte derecha de la hoja refleja optimismo, idealismo, necesidad de saber, de conocimientos.
Si coloca el dibujo en la parte izquierda refleja regresión hacia el pasado, búsqueda de protección materna, rechazo del futuro.
Y si lo sitúa en la parte inferior de la hoja se puede interpretar como una represión de sentimientos.
Grafismo
Si aprieta mucho el trazo, hace líneas rectas amplias y firmes refleja seguridad, insolencia, voluntad, sociabilidad o agresividad.
Trazos imprecisos, interrumpidos o entrecortados reflejan inestabilidad, timidez, inseguridad.
Colores
Si utiliza frecuentemente el negro indica rebeldía; el uso en demasía del marrón, culpabilidad; si es el verde, egoismo; el naranja, relajación y felicidad; el azul, calma y equilibrio; el rojo, actividad.
Continuará...