Los idiomas evolucionan gracias al uso que les dan los
usuarios. Pero no sólo evoluciona el
léxico, también evolucionan las formas. Antes era habitual que nietos e hijos
trataran a abuelos y padres de usted, ahora apenas se escuchan “ustedes”.
Desde este humilde blog queremos reclamar la importancia de
hablar bien. Y con "bien" no sólo nos referimos a correctamente, también nos referimos
al respeto, al tono y al lenguaje no verbal. Creo que con los formalismos
también hemos perdido las formas, que no viene siendo lo mismo.
¿Por qué? ¿Por qué hemos adoptado un lenguaje tan agresivo? ¿Es
que no vemos cómo puede cambiar la situación en función del tono que utilicemos?
Supongo que ver a famosos gritándose e insultándose en platós, ayuda a
normalizar la agresividad en el lenguaje, pero en nuestras manos está evitar que
nuestros hijos salgan en algún programa de reeducación de niños y adolescentes.
Porque el habla puede parecer algo superfluo, pero es mucho más importante de lo
que pensamos.
Intentemos entre todos cuidar nuestro lenguaje; utilicemos el “perdona una pregunta”, en lugar
de “¡oye!” y demos las gracias cuando se nos da una respuesta.
Hagámonos un favor, hablemos con los demás como nos
gustaría que nos hablasen a nosotros… o acaso ¿no os hacéis un poco pequeños
cuando alguien os habla mal?