El pasado 30 de enero se celebró en el cole, como todos los años, el "Día escolar de la paz y la no violencia".
El equipo de pastoral nos preparan actividades para ese día... y la verdad es
que no entendíamos mucho cuando nos decían que teníamos que pintar una hoja de
un color, y que aquello formaría un arcoíris. Tampoco cuando nos decían que eso
de la paz era comprometerme personalmente. Pero cuando llegué al patio, y vi
que mi color formaba parte de un gran mural, entendí que sólo con el mio no
podía hacer el arco iris, pero que sin el mío, al arcoíris le faltaba un color…
Esto es lo
que intentamos revivir en el cole en la Jornada de la Paz. Comprometernos
personalmente a dar color al mundo desde la Paz y la concordia, entendiendo que
para cambiarlo, es necesario primero cambiarse a uno mismo.