Es muy difícil para mí, en una carta, despedirme de vosotros, ya que habéis sido una parte muy importante en mi vida estos dos cursos.
Recuerdo el primer día de clase, en vuestras caritas se os veía contentos por un lado, pero asustados por subir al piso de arriba y por conocer a los nuevos compañeros y a la profe que os había tocado. Parece mentira, pero de eso ya han pasado dos años.
Cuando pienso en todo lo que os quiero decir sólo me vienen palabras de agradecimiento. Gracias por regalarme cada día vuestra sonrisa al entrar al colegio, aunque este último año oculta bajo la mascarilla.
Gracias por acudir a mí cuando me habéis necesitado y por hacerme sentir importante en vuestras vidas.
Gracias por hacer que los días fueran más llevaderos.
Gracias también a los papis por toda vuestra colaboración e interés, ha sido un placer contar con vuestra ayuda.
Para mí habéis sido la primera promoción, después de muchos años como docente, de niños de 1º y 2º de primaria, pero os puedo asegurar que jamás hubiese pensado la cantidad de buenos momentos que me habéis hecho pasar. Hemos reído, bailado, trabajado, aprendido muchas cosas y en algún momento, porque no decirlo, también nos hemos enfadado un poquito, pero si todo esto lo pusiéramos en una balanza tengo clarísimo hacia qué lado se decantaría.
Nos hemos enfrentado juntos a un año muy difícil: gel, mascarilla, distancia de seguridad, clases burbuja, patios delimitados, … un sinfín de medidas que jamás nos hubiéramos podido imaginar, pero habéis demostrado ser mucho más responsables y maduros de lo que parecíais. Lo difícil con vosotros ha sido muy fácil. Estoy muy orgullosa de haber sido vuestra tutora.
Espero y deseo que todas esas risas, momentos de reflexión, y alegrías hayan calado en vosotros para hacerme un huequecito en vuestro corazón. Tened clarísimo que, en el mío, os tendré a cada uno de vosotros y para siempre.
Muchísimas gracias, un abrazo y hasta siempre.
Os quiero mucho.
DUNIA GUARCH GASCÓN.