Si nos preguntáramos cuáles son los sueños para nuestra
vida, seguramente nadie querría pedir cosas que no le hicieran feliz. En
realidad, no sirve de mucho el dinero, la fama, el éxito, si no eres feliz y no
tienes personas que te quieren de verdad.
Podemos ser cristianos de distintas maneras. Dios nos
busca el lugar en el mundo en el que somos más felices, como si de un puzle se
tratara. Y hay, sobre todo, tres caminos:
- Formar un
matrimonio.
- Ser
sacerdote.
- Ser
religioso o religiosa.
Esta
semana tanto profesores como alumnos hemos escuchado el testimonio de
diferentes vocaciones de personas de nuestra ciudad. Le pedimos a Jesús
que nos muestre cuál es la nuestra, porque tú también tienes vocación.