Aquí os dejamos algunas de las actividades que los papás podéis realizar para desarrollar la memoria auditiva de vuestros chicos.
- Órdenes. El adulto da 3 ó 4 órdenes seguidas, que el niño o niña tiene que cumplir. Por ejemplo “levántate, ven, mírame, siéntate”. Pueden complicarse con complementos gramaticales: “levántate de la silla, ven despacio, dame un lápiz amarillo…”.
- Más series. Se indica a los niños y niñas que repitan series de fonemas opuestos: (pi-bi, tu-du,go-jo), o palabras sin clara relación lógica (pierna-fuente-estadio), o una frase de 4 o 5 elementos.
- El adulto interrumpe la explicación de una historia o una serie, hace una payasada o una acción llamativa. Luego termina la explicación. Comprueba si a pesar de la interrupción, han seguido la historia o la serie.
- “Voy a la selva y saludo a un león”, dice un niño o el adulto. “Voy a la selva y saludo a un león y a un tigre” dice otro niño. “voy a la selva y saludo a un león, a un tigre y a una cebra” dice otro. La serie puede seguirse hasta que alguno pierda por no poder continuar la serie.
- Yo digo cinco, tú dices tres. El adulto dice una serie: plátano, rosa, bicicleta, merienda, tierra. Un niño o niña tiene que recordar tres de estos elementos por lo menos.
- Somos camareros o dependientes y memorizamos lo que nos piden los clientes.
- El zoo. El adulto dice: “Fui a Barcelona a visitar el zoo”. Los niños y niñas tienen que preguntar: “¿Qué viste en el zoo?”. Responde: “Vi a una mona que comía cacahuetes así (imita el gesto). Se recomienza el diálogo: “Fui a Barcelona a visitar el zoo”. “¿y qué viste en él?”. Responde: “Vi a una mona que comía cacahuetes así”. Sigue el juego, repitiendo y aumentando las palabras y los gestos.