La paciencia es un hábito difícil de adquirir, pero los padres pueden hacer mucho para ayudar a sus hijos a desarrollarla y conseguir así los beneficios que la acompañan.
El cariño de este perro por el niño esta demostrado por su paciencia
que espera lo que haga falta mientras el niño juega en un charco de agua .
Cosas que ayudan a que los niños aprendan a ser pacientes
- Juega con él a juegos de mesa: esto le enseñará a esperar hasta que llegue su turno, aceptar las reglas del juego y admitir la derrota cuando ésta se presente.
- Cuando se vaya a la cama, léele libros gruesos e historias largas, dejando para la noche siguiente “el continuará”: no cedas a sus súplicas para conocer el final en la misma noche y le estarás ayudando a desarrollar el compromiso con la tarea.
- Enséñale a plantar un árbol o cuidar de una flor. Involucrándolo en este tipo de actividades, aprenderá a ser paciente hasta que vea los resultados de su trabajo y a superar con más facilidad las pequeñas frustraciones de la vida diaria.
- Si quiere una bicicleta, dile que de vez en cuando le darás un poco de dinero y que debe guardarlo para comprar la bicicleta. Por supuesto, que al final serás tú quien la habrá pagado, pero de esta manera tu hijo o hija aprenderá a tener paciencia y, al mismo tiempo, el valor del dinero.
Como dice el dicho, la paciencia es un arte, y uno poco fácil de desarrollar. Sin embargo, cuando se consigue, tiene muchas ventajas añadidas: las tareas que uno emprende le salen mejor, las situaciones se afrontan de forma más equilibrada y se aprende más en el camino.
Ayudar a los niños a ser pacientes, seguramente va a poner a prueba la paciencia de la mayoría de los padres y madres, pero conociendo todos los beneficios que aporta, ¡vale la pena intentarlo!