¿Debemos hacer caso a nuestro corazón? La respuesta es sí. Sin duda alguna. Desde ahí deberíamos tomar nuestras decisiones más importantes. Eso no quiere decir que no usemos nuestra cabeza ni que dejemos de pensar, sino que confiemos en nuestro corazón. El corazón nos conecta con nuestro yo esencial, con nuestras emociones, nos conecta con los demás, con la Naturaleza, nos vincula con la vida.
Sin amor, la vida no tiene sentido. Nada es tan importante y necesario. Es el pegamento que nos une con todo lo que llena nuestro entorno.
Cuando emprendemos el camino de nuestro corazón, todo empieza a encajar. Él se convierte en nuestro guía interno, dejando de lado lo que es superficial y vano. Para cambiar a esta otra forma de vivir, hay que ser valiente, dar los pasos adecuados y ... sobre todo confiar en lo que dice tu corazón.
(Extraído de https://www.huffingtonpost.es/ )