El mercado laboral está cambiando y nuestros hijos se tienen que preparar para el futuro. No solo se valoran aptitudes clásicas sino habilidades como la creatividad, la capacidad para resolver problemas y de trabajar en equipo. Los departamentos de recursos humanos ya están buscando trabajadores que estén preparados para trabajar en equipo. No solo se valoran las aptitudes individuales sino su capacidad de colaborar con los demás en un proyecto para lograr un fin común. Aquellos que aprendan a desarrollar estas habilidades contarán con más posibilidades laborales en un futuro.
Por este motivo desde pequeños nuestros hijos deben aprender a trabajar en equipo en casa y en el centro educativo. En nuestro hogar es importante que comprendan que si colaboran con la familia el día a día será más fácil para todos. Desde pequeños y según su edad pueden colaborar en pequeñas tareas como poner la mesa u ordenar su habitación. Formar y ejercitar la cooperación para el desempeño de actividades de forma grupal es básico, y se debe hacer tanto en el entorno familiar como en el académico. Ser tolerante ante la frustración, compartir, ser paciente y respetuoso con los demás son otras habilidades importantes de la interacción colaborativa con otros.
En el aula es fundamental crear un ambiente en el que se fomente el compañerismo y el sentido de pertenencia a un grupo. Dinámicas que ya se aplican en los centros educativos en el deporte de equipo. Cuando los alumnos juegan al baloncesto o al fútbol trabajan la interrelación con los demás, la cooperación y el trabajo en equipo para lograr un objetivo común.
Beneficios del trabajo en equipo
El trabajo en equipo siempre resulta beneficioso para nuestros hijos porque les ayuda a darse cuenta de que sus compañeros pueden pensar de otra manera. Normalmente los niños se relacionan con sus amigos de siempre y no con otros que no comparten sus gustos y aficiones. Trabajar en equipo con otros compañeros les obliga a intercambiar experiencias y a aprender de los demás. El trabajo en equipo funciona si todos pueden participar y compartir sus ideas e información.
Además, les da la oportunidad de trabajar para lograr un objetivo común y les obliga a desarrollar su creatividad y resolver problemas. También les obliga a aceptar las críticas de sus compañeros y a tener más confianza en sí mismo. Y lo que es más importante refuerza las relaciones interpersonales y les ayuda a ser más independientes y participativos en el aula. El profesor les tiene que orientar y ayudar, pero siempre debe ser el grupo el que solucione los problemas.