miércoles, 19 de marzo de 2014

El poder de un padre: ¡Felicidades papás!

Desde hace ya algunos años el rol del padre de familia ha sufrido algunas modificaciones. Si hacemos memoria, recordaremos cómo antes, en la mayoría de los casos, el papá solamente era percibido como el proveedor económico, el que imponía los castigos más severos a los niños y el principal “juez” ante algún problema entre los otros miembros de la familia. Al padre se le percibía como alguien ajeno o externo a la dinámica de la casa.
Seguramente hay personas que recuerden a su papá como aquel que llegaba en las noches cansado después de trabajar y al que, tal vez, no se le podía molestar, a menos de que fuera para hablar con sus hijos de cosas serias, como calificaciones y permisos, o para llamarles la atención y, posiblemente, castigarlos.
Hoy en día la situación ha cambiado. Nos hemos ido transformando en una sociedad que busca incluir más a los hombres en las tareas de la casa y, no sólo para lavar platos o sacar la basura, sino para el cuidado de los hijos. Se busca, la mayoría de las veces, que el papá bañe al bebé, por ejemplo, o que lleve a los niños a algún partido; es decir, que no solamente cumpla un papel de proveedor y de autoridad que hace que sus hijos lo perciban como lejano, casi inalcanzable. Hoy se le permite al papá ser más cercano, saber sobre el día a día de sus hijos y tener una relación de más confianza con ellos. Muchos de estos padres están reinventando esta forma de ser papás pues, probablemente, con su padre no tuvieron esta experiencia.
Es importante estar abiertos, mujeres y hombres, a estas nuevas maneras que se están replanteando de ser papá y mamá. Es vital, tener en cuenta que el papel del padre es fundamental en la dinámica de familia, además de ser una figura importante para el desarrollo de los niños.

 
¡Feliz día, papás!